sábado, 16 de julio de 2016

LA MÚSICA DEL CORAZÓN. LOS TRES. 6 de julio del 2016





En este mes se cumplen los aniversarios de vida de  tres personas muy importantes en mi vida, y que por los trajines de esta vorágine no puse atención en mencionarlos en esta columna LA MÚSICA  DEL CORAZÓN en su justo momento. 

El tres de este julio Cuau cumplió un año más de vida Sus pasos por la primaria activa y por la secundaria del mismo tipo le fueron creando un carácter especial. Luego su entrada al CCH de la UNAM le brindo experiencias y emociones académicas, sociales, culturales que le han marcado la vida. Su paso por la Facultad de Filosofía y Letras le dio las bases teóricas para comprender muchos de los secretos que encierra la música, pasión de su vida. De èl siempre he aprendido grandes lecciones. Como dicen que dijo el que dijo "Nuestros hijos en realidad son nuestros padres"
El 11 de julio cumplió años mi hermano Japo. Acompañantes en la escuela primaria por muy breve tiempo, luego e la secundaria y después en la lucha política por un México en donde quepan todos los Méxicos.  Hoy 16 de julio cumple años mi hermano el mayor, al que le debo mucho de lo que soy. Graco se ha mantenido siempre en la  izquierda, desde su infancia en los pioneros del PPS de Lombardo Toledano hasta su militancia en el PRD pasando por los movimientos estudiantiles del IPN de 1956 y 1968.

Gracias a la vida que he ha dado tanto, a tres hombres rectos, firmes, comprometidos y que hoy me acompañan con todod sus ser en esta lucha contra el cáncer.

Feliz Cumpleaños carnalitos y les pongo de regalo una canción q nos gusta a todos. 


martes, 17 de mayo de 2016

Cuentos e historias pra la ternura. OTRA VOZ CANTA Y CUENTA. Benedetti y Viglietti. 19 mayo 2016.

Hoy, 19 de mayo, es un aniversario luctuoso más de la partida a otra dimensión de ese gran ser humano que es Mario Benedetti. Y anoto que ¨es" porque él sigue vivo en nuestros corazones, en nuestras palabras de amor, en nuestra memoria personal y colectiva, porque se fue pero se quedó para siempre.

He pasado la mañana buscando una historia o cuento de su autoría y de repente recordé esta canción historia que hizo con otro gran hombre. Benedetti y Viglietti.

Es la historia de cuando los tiranos empezaron a desaparecer a mucha gente, y de la gente que aunque no la hemos encontrado, sigue ahí, viva, buscándonos y buscándose. Muy actual, muy presente. Así siempre es Benedetti, actual, presente, historias que nos recuerdan nuestras realidades.

Va pues esta historia cantada y contada. Espero les guste y que Benedetti viva siempre en nuestros corazones.


sábado, 14 de mayo de 2016

LA MÚSICA DEL CORAZÓN. Mario. Sábado 14 de mayo 2016.






Desde Coatepec, Veracruz, hoy llegó a mi casa Mario Torres. "Vengo a verte porque estoy al tanto de tu salud y quiero que sepas que cuentas conmigo". me dijo Mario, después de saludarnos con un fuerte abrazo.

Al momento de su llegada se encontraban conmigo mis dos hermanas y mis dos hermanos. Mario nos platicó de su trabajo entre la población de Xalapa,  de su constante brega por poner el TrabajonSocial al servicio de la población.

Él es especialista en Constelaciones Familiares y durante más de dos horas nos mantuvo atentos a su narración extraordinaria sobre esta terapia. "Pruébala, estoy seguro que te ayudará en tu sanación", me dijo. Y me habló sobre la importancia de estar en armonía con nuestra familia, con nuestro padre y nuestra madre.

Mario y yo compartimos luchas estudiantiles allá por el final de la década de los 70 e inicios de los 80, primero en la UPOME y luego en el Movimiento Revolucionario del Pueblo. Muchas veces pasamos horas y horas hablando sobre los problemas de la UNAM, de la Sociología y del Trabajo Social.

De piel del color de la tierra, Torres sigue conservando ese hablar tranquilo y sencillo de la juventud, solamente que ahora sus palabras van cargadas de mayor fuerza, más vehemencia y sencillez que las hacen convincentes al cuadrado.

Mario y sus palabras aparecen en el momento exacto en que yo necesito la palabra orientadora, la sonrisa amigable, la esperanza cargada de presente y  de futuro.

Al momento de despedirse, mi hermana le pregunta que posibilidades hay de que yo sea atendido en su terapia, a lo que él responde"En cuanto Cuauhtémoc me lo solicite, así será". En agradecimiento profundo le entrego un ejemplar de mi texto LAS VOCES DEL DOLOR, LA VALENTÍA Y LA ESPERANZA y un ejemplar de la película de Jodorowsky LA DANZA DE LA REALIDAD.

Han pasado alrededor de 32 años de no vernos a los ojos y hoy nos volvemos a encontrar. Y es que los hombres como Mario aparecen cuando uno más los necesita. Desprejuiciado, cariñoso y humanista, me dice sonriendo "Siempre que me hablan mal de una persona, yo confío en ella. Así sucedió cuando me dijeron que eras un traidor que asesoraba al PAN, no les creí, por eso estoy aquí."

Gracias Mario por tu amistad, gracias por existir, gracias por tus abrazos. Con gente como tu, la utopía renace.




martes, 10 de mayo de 2016

LA MÚSICA DEL CORAZÓN. Martes 10 de mayo del 2016.

Nuevamente en mi casa. Después de varios días en el Hospital General de la Ciudad de México hoy estoy aquí frente a la Mc para escribir esta experiencia.

Llegué ahí  porque en Urgencias de el Instituto de Nutrición me negaron la hospitalización ante un sangrado interno. "Es que solamente hospitalizamos a personas que vienen en situación de vida o muerte, y ese no es su caso" me dijo el joven doctor.

Contrario a mi peleonero espíritu, me fui y otra vez José Luis Estrada me ayuda a ser internado. En el HG encuentro la atención médica del doctor Del Valle y sus atinados diagnósticos, para luego ser atendido por un equipo de doctores en el que sobresale el doctor Gamboa, un joven médico atento, sencillo y concentrado en su trabajo.

Gracias a sus indicaciones fui atendido para una endoscopía gastrica y posteriormente una operación para ligar las várices que hoy me atacan. Todo parece indicar que la operación fue un éxito y me dieron de alta ayer lunes 9 de mayo.

La estancia ahí me dejó muchas experiencias. Desde observar a la multitud de persona que van a solicitar atención médica, mayoritariamente de los de abajo, con el color de la tierra en su piel, así como aprender como hay jóvenes de 25 años que enfrentan con valor y coraje al cáncer que los agrede  y ancianos que tienen el aliento de luchar por su vida. Muchos huevos de jóvenes, jóvenas, ancianas, ancianos, hombres, mujeres y familias enteras.

No cabe duda que somos un país con una franja muy amplia de población avasallada por las enfermedades, y así como hay negligencia médica en muchos casos (la actitud de los "médicos" de Nutrición ante mi sangrado), también hay doctoras y doctores concentrados y comprometidos con la población.

En estos días tuve la fortuna de ser visitado por amigas y amigos entrañables, que con sus palabras, abrazos, sonrisas, orientaciones y ejemplo me han estimulado a enfrentar con huevos esta enfermedad.

Mi hermano y maestro Elías Razo con su cariño y empatía, Tatiana, con su firmeza y sus orientaciones para cambiar mi actitud mental y enfrentar con valor, coraje y talento este momento. Rosa María Duran con sus enseñanzas del guerrero de la luz y del amor divino. La doctora Alicia Hernández, con su amistad de décadas y sus experiencia médica, y mi comadre Mariza que  tuvo la gentileza de visitarme y narrarme su testimonio de vida en contra del cáncer por más de 10 años, siempre acompañada por Diego.

Mariza, siempre en la lucha sindical y ahora pude conocer su lucha por la vida. Cuando ella se despidió de mi le dije de manera muy sincera "Gracias por venir, de verdad que eres el ejemplo que voy a seguir en en esta etapa fundamental de mi vida". Ella solamente sonrió y me dio un cálido abrazo.

También llegó Diego y me platicó a detalle esa lucha de toda la familia, de todo su amor, de toda sus pasiones. Una lucha sin cuartel ni sosiego, siempre atentos, siempre vigilantes.

Y el amor sin limite que me brindaron Celia, Mariana, Robert, Sabina y Cuate, así como Jimena, mis hermanas Sonia y Delta y mis hermanos Graco, Jesúsy Stalin

La experiencia clínica de la mano de la experiencia espiritual, emocional, amorosa y de defensa y lucha por la vida. La experiencia de ser una raza de guerreros.


No hay duda, la vida es, como me decían los compas allá en la escuela primaria en Tepito, la única oportunidad de echarle huevos para defender al barrio, a los del salón de clases, a la colonia, a la familia .... y a la vida de uno mismo. Así que... hay que echarle muchos huevos a esta guerra por el derecho a la vida. a la felicidad y al amor.


domingo, 24 de abril de 2016

LA MÚSICA DEL CORAZÓN La tarde del domingo 24 de abril del 2016

Nos conocimos en febrero de 1972. Todos estudiábamos en la Preparatoria 9 de la UNAM. Fue en el movimiento en contra de los porros y  luego cuando se formó el Consejo de Representantes estábamos ahí presentes. Luego formamos el Cine Club Charles Chaplin y el Ateneo Político Cultural Pablo Neruda.

Francisco era un gran jugador de ajedrez y dice él que yo le puse por apodo Boris Spassky, y así lo conocían en la Prepa, como Spassky o también El Ruso. 

José Luis inclusive llegó a ir a los entrenamientos del equipo de fut bol americano de los Vietnamitas de la Prepa 9 a invitación mía, pero no le gustó, lo suyo era la natación y el judo. Su azaña diaria era estar todos los días a las 6 de la mañana en la Unidad Morelos del IMSS para entrenar. Era un chavo fuerte, de pelo negro, largo, bigote y siempre super tranquilo.

Aracely se juntaba con un grupo de chavitas re fresas pero muy guapas en el llamado ¨Club del besito" porque siempre se saludaban muy nice.

En los tres años de la Prepa participamos en asambleas, mítines, marchas, fiestas, bodas, y miles de cosas más. Allá por el año de 19753 las huestes fascistas del MURO se envalentonaron con el golpe de Estado en Chile asestado por el asesino de Pinochet y empezaron a acosar, intimidar, golpear y maltratar a todo aquel que para ellos era comunista.

A esos fascistas también nos enfrentamos sin miedo y sin preocupación. Fueron madrizas fuertes para uno y otro lado.

Junto a otros compañeros también vivimos la llamada Guerra Sucia. Allá quedaron los nombres de Leonardo y Araceli, los nombres, recuerdos, sonrisas, abrazos. Como dice Blades, todos veníamos de distinta madre pero todos éramos hermanos.

Después cada quien agarró su profesión. Luis a Medicina, Spassky Psicología, Araceli a la Fac de Ciencia y yo a Políticas.

En noviembre del 2015 nos volvimos a encontrar. Después de 4 décadas nos volvimos a abrazar, a sonreír, a comentar. Seguíamos siendo hermanos.

Hoy domingo 24 de abril del 2016 tuvimos la cita mensual para comer, Spassky no llegó, pero Araceli, José Luis y yo compartimos la comida en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Hablamos de esta dura batalla por mi salud y la sensación que me llegó inmediatamente es que ellos siguen ahí, junto a mi, siendo mis hermanos.

José Luis me habló de la quimioterapia, de sus efectos, de la importancia de que yo viva mi duelo y cuanto antes me ponga en acción para recuperar la fuerza de espíritu para vencer al cáncer. Como siempre, con su tranquilidad,que ahora me da seguridad, confianza, ternura.

Araceli con su ternura, preguntando, alentando, sonriendo.

Al despedirnos al filo de la cinco de la tarde, un abrazo ella y él me dieron, algo profundo, tierno, amoroso.

Y ya caminando por las calles del Centro Histórico recordé que aquel día que ingresé al Instituto de Nutrición, esperando ser internado, escribí unas líneas para José Luis, a quien le debo mucho en esta historia. Esa tarde del sábado 9 de abril escribí: "José Luis Estrada es médico estudiamos juntos en la Preparatoria 9 de la UNAM. Hoy por la mañana me llamó por teléfono para informarme que ya había hablado con el director del Instituto de Nutrición y que seguramente hoy me internarían en el hospital.

Juntos enfrentamos muchos problemas. El porrismo en la Prepa, la guerra sucia contra los estudiantes y a los fascistas del MURO.

44 años después sigue junto a mi, yo junto a él, los dos juntos. Gracias amigo, hermano, compañero.¨

Araceli, José Luis y Spassky son para mi esos hermanos que la vida me entregó para siempre. Gracias por estar conmigo.











LA MÚSICA DEL CORAZÓN. Domingo 24 abril 2016.


Cuando éramos niños nos gustaba jugar todo el día. Juntos asistimos a la escuela primaria Vasco de Quiroga, allá en el barrio de Tepito. A menudo comíamos juntos en mi casa o en la suya. Años de niñez que entrelazan las almas, las amistades, el amor familiar.

Hoy Miguel Ayón amanece a mi lado, recostado en mi cama, Después de platicar horas y horas de recuerdos y actualidades, durmió ahí, cuidando mis sueños y mis dolores. Atento a mis necesidades, hablando palabras de ternura y guardando silencios de solidaridad.

Así es mi primo, un verdadero hombre solidario, amoroso, tierno. 

Gracias Miguel, por estar conmigo, hoy, en esta lucha por la vida, gracias por recordarme tantas aventuras de la escuela primaria, de nuestras vidas jugando fut bol americano en el equipo de los Vietnamitas de la Preparatoria 9, y muchos episodios de nuestras vidas paralelas.

Te quiero mucho. Un abrazo.




CUENTOS E HISTORIAS PARA LA TERNURA. La historia de este día. La palabra rendirse no existe en lengua verdadera. SCI Marcos.



Amigas y amigos, hace 25 días que no publico EL CUENTO DEL DÍA en esta serie de CUENTOS PARA LA TERNURA.
Recuerdo que el 30 de  marzo comenzaron mis malestares que hoy me tienen en una fuerte lucha por la vida.
Reinicio estos envíos como una terapia de ternura, de amor para redimensionar  mis emociones. Espero que estos cuentos e historias que enviaré a diario, me ayuden tanto como las palabras y sonrisas, letras y abrazos, mimos y visitas de muchos de ustedes para mi.
Hoy en día, debo de recordar, y les invito a cada una y cada uno de ustedes a hacerlo, que NO EXISTE LA PALABRA RENDIRSE. Vamos pues a levantarnos y a caminar. Un abrazo.



La palabra rendirse no existe en lengua verdadera
En el Comité estuvimos discutiendo toda la tarde. Buscamos la palabra en lengua para decir rendir y no la encontramos. No tiene traducción en tzotzil ni en tzeltal, nadie recuerda que esa palabra exista en tojolabal o en chol.

Llevan horas buscando equivalentes. Afuera llueve y una nube compañera viene a recostarse con nosotros. El Viejo Antonio espera a que todos se vayan quedando callados y sólo quede el múltiple tambor de la lluvia sobre el techo de lámina.

En silencio se me acerca el Viejo Antonio, tosiendo la tuberculosis, y me dice al oído:

-Esa palabra no existe en lengua verdadera, por eso los nuestros nunca se rinden y mejor se mueren, porque nuestros muertos mandan que las palabras que no andan no se vivan.
Después se va hacia el fogón para espantar el miedo y el frío. Se lo cuento a Ana María, ella me mira con ternura y me recuerda que el Viejo Antonio ya está muerto…

La incertidumbre de las últimas horas de diciembre pasado se repite. Hace frío, las guardias se relevan con una contraseña que es un murmullo. Lluvia y lodo apagan todo, los humanos murmuran y el agua grita. Alguien pide un cigarrillo y el fósforo encendido ilumina la cara de la combatiente que está en la posta… un instante solamente… pero se alcanza a ver que sonríe…

Llega alguien, con la gorra y el fusil chorreando agua. “Hay café”, informa. El Comité, como es costumbre en estas tierras, hace una votación para ver si toman café o siguen buscando el equivalente de rendirse en lengua verdadera.

Por unanimidad gana el café. Nadie se rinde…

¿Nos quedaremos solos?

miércoles, 30 de marzo de 2016

CUENTOS E HISTORIAS PARA LA TERNURA, El cuento de este día miércoles 30 de marzo del 2016 CLAPTON ES DIOS. José Agustín.


Amigas y amigos, El Gran Dios Eric Clapton cumple hoy 30 de marzo 71 años de vida. Un chingón el tipo. Por estas razones, hoy publicamos el cuento de otro chingonazo, nada más que mexicano y escritor, José Agustín, titulado Clapton es Dios. 

Va pues y que este día se la pasen escuchando a Dios.






"Me hallaba en el zócalo de Cuautla cuando de pronto se me acercó un hombre de unos sesenta años y facha de extranjero. Llevaba el pelo muy cortito, barba rala y canosa, y una enorme chamarra de piel a pesar de que la temperatura era de 32 grados. Hubiera jurado que era Eric Clapton, pero que era imposible que el gran guitarrista estuviera ahí y en ese momento.

-¿Me permites que me siente en esta banca?

-Sí, claro -dije, y me corrí al extremo, a pesar de que había espacio suficiente. Él sonrió.

-Ya se que que no tengo por qué pedirte permiso, las bancas son públicas, verdad?, pero yo entiendo a los que no quieren tener a nadie cerca. Dicen que el pobre ser humano, el del valle de lágrimas, a no ser que ejercite el acto amoroso, procura establecer una mínima distancia de cualquiera que esté cerca.

-Así es, pero aquí hay bastante lugar. No estas violando mi hipotético e intangible espacio personal. ¿Ya te han dicho que eres igualito a Eric Clapton?

-Yo soy Eric Clapton -dijo, un tanto desolado.

-Fijate.

-...Yo mismo me siento así. De hecho, en estos últimos días quisiera no ver a nadie, no saber nada de nada. Esto es muy dificil para mi, tu comprenderás, porque yo siempre estoy en todos, en todas partes y todos los tiempos.

-Ah, ¿te cae?

-Sí, en este mismo instante también estoy en Londres, fastidiado de la música, de todo y... Ahora estamos en el desierto del Gobi...

Efectivamente, para mi pasmo absoluto, de pronto nos hallamos en lo alto de una duna de un desierto, si decía que era el del Gobi yo no tenía porqué dudarlo, pues no se veía nada mas que arena.

-Cierra la boca -me dijo y comprendi que la tenía totalmente desencajada- Vamonos de aqui...

Y entonces de nuevo estabamos en el zócalo de Cuautla, pero mi sorpresa fue mayuscula cuando vi que en la banca contigua José María Morelos platicaba con Emiliano Zapata. Estaban tranquilos, immersos en la conversación, pero eso no podía ser, porque todo indicaba que nos hallábamos en el año 2000, ademas de que entre Morelos y Zapata mediaban cien años.

El hombre de la barba canosa me veía sonriendo.

-¿Ya estás entendiendo? Te voy a dar un último ejemplo.

Entonces desapareció Cuautla y ahora nos hallabamos en Jerusalén, en la ultima cena de Jesucristo, sólo que en vez de los doce apóstoles a la mesa vi a Leonardo Da Vinci, José Clemente Orozco, Diego Rivera, José Vasconcelos, Nezahualcoyotl, Federico Nietzche, Sor Juana Inés de la Cruz, John Lennon (con una camiseta que traía la cara de Beethoven), Carl Gustav Jung, Sigmund Freud, Albert Einstein y Carlos Marx. Cristo, por cierto, en el pecho de su túnica mostraba la imagen de la Virgen de Guadalupe.

-¿Qué tal, eh? -oi que me decía mi compañero

Me hallaba pasmado, pero alcanzé a ver que de nuevo estabamos en nuestra banca del zócalo de Cuautla.

-Si, yo soy Eric Clapton -me dijo-. Y ahora te voy a dar un regalito...

En ese momento hizo lo que me pareció el pase de un mago y de pronto ante mí, apareció un disco. Era blanco, pesaba y no se leía ningún título en la portada.

-A ver si te gusta. Es mi mas reciente obra -me dijo.

Y en ese momento se desvaneció en el aire nítido de la mañana
.














domingo, 6 de marzo de 2016

CUENTOS E HISTORIAS PARA LA TERNURA La historia de este lunes 7 de marzo del 2016. LAS HUELLAS DE RAMONA. Subcomandante Insurgente Marcos.

Estimadas amigas y amigos, en este próximo Día Internacional de la Mujer les envío esta historia de una enorme mujer. Una giganta. Espero que les guste y sigamos en la búsqueda de nuestros 43.



Ramona y sobre el dejar huella de los mayas
 Subcomandante Insugente Marcos
Pasó hace tiempo. Hace aproximadamente 15 o 16 años, que yo la conocí, y a ella le tocaba llevarnos a uno de los pueblos donde se estaba haciendo la explicación de cómo estaba la situación de nuestra lucha. Nosotros cada tanto explicamos a nuestra gente cómo vemos el mundo, el país, nuestra lucha y nuestros pueblos. Y a ella esa vez le tocó dirigir la marcha. Ella era muy alegre y muy burlona. Decía de broma cuando le tocaba guiarnos a nosotros —porque ella era la única que conocía el camino— que nuestra lucha era buena, porque era lo primero en lo que la mujer iba adelante. Y bromeaba conmigo y decía: “cuando ganemos tal vez nos van a alcanzar ustedes, los hombres que todavía van detrás de nosotras y, entonces, en el nuevo mundo que queremos construir vamos a caminar uno al lado de otro”. Y lo decía con burla porque la costumbre hasta entonces en las comunidades es que el hombre iba adelante y la mujer atrás, siguiéndolo.
No entendí entonces. Tiempo después, de vuelta otra vez —creo que esto fue en los Altos de Chiapas, es otro clima, hay mucha niebla— Ramona gustaba con jugar de que había que caminar la nube, decía, porque llegaba un momento en que la niebla se acostaba completamente sobre las montañas y parecía que estábamos realmente caminando sobre las nubes. Volví otra vez a la parte de la selva y encontré al Viejo Antonio y le conté la anécdota de Ramona —ellos se habían conocido en una de nuestras reuniones—, y se sonrió y me dijo:
“Te voy a contar una historia que cuentan nuestros más antiguos”. Los nadie sabedores de nuestros pueblos indios, contaban que en los primeros días les habían escogido a hombres y mujeres grandes, y los hicieron grandes porque grande era su tarea; gigantes, dirían ustedes, ellos usaban la palabra grandes. Y que a esos hombres y mujeres les tocaba, por su estatura, ir marcando el camino para que cuando se fueran muy lejos, la gente que iba atrás los viera de lejos, muy por encima de los árboles. Y que al principio así fue, pero llegó un momento en que esto despertó la envidia y el coraje de otros: de los chiquitos o de los pequeños, y se hizo el gran problema.
Se reunieron entonces los dioses primeros, los que nacieron el mundo y dijeron: “bueno, aquí ya hicimos un problema —ellos sí reconocían cuando hacían mal las cosas, no como los gobiernos de ahora— y entonces, ahora, cómo le hacemos”. Dijeron: “vamos a tener que esconder la grandeza de estos hombres y mujeres de alguna forma” y decidieron hacerlos chiquitos, pero eran gigantes, nada más que de corta estatura. Pero entre que se estaban peleando y se ponían a bailar con la marimba y todo eso —porque eran dioses muy alegres, muy bailadores— se les olvida un detalle y sí les modifican la estatura, pero no el peso. Entonces resulta que estos hombres y mujeres que eran gigantes, eran chiquitos, pero pesaban como gigantes e iban dejando huella.
Decía el Viejo Antonio que siempre había que aprender para aprender el modo de los indígenas mayas, había que aprender a mirar hacia abajo. Decía que los caxlanes, los tzules, los conquistadores, que tenían diferentes colores, diferentes nombres y diferentes nacionalidades, incluso mexicanos, que nos iban a ir oprimiendo a lo largo de todos estos años interpretaban que los indígenas bajábamos la cabeza como un signo de humillación y obediencia. Dice el Viejo Antonio: “No, lo que estamos haciendo siempre es buscando la huella que es profunda; aprende a mirar abajo y atrás de que vayas de alguien y sigue la marca, síguelo, no lo pierdas, porque arriba no lo vas a encontrar”.
Y entonces, ¿qué pasa después?, le pregunté al Viejo Antonio. Cuando esos gigantes mueren por fin, los dioses dejaron arreglado el problema que todos están pensando: cuando ya están finados, juntos, no va a haber tumba en la que quepan, porque aunque son pequeños de cuerpo, son grandes de estatura. Y entonces me dijo: “para eso es que está la ceiba, estos hombres y mujeres no pueden yacer tendidos; viven y mueren de pie y tienen que estar descansando después de dejarnos, de pie. Estas personas, estos hombres y mujeres, cuando mueren forman parte de la gran ceiba madre, que es la que los arropa”.
Años después y todavía, sigo mirando mis pasos y no hay huella, pero sigo recordando el paso de Ramona y de otros compañeros que son los que nos dirigen y sigo viendo que aunque el suelo esté duro, sea árido, aunque haya cemento cuando han salido a la ciudad, siguen dejando una huella muy honda, y siempre me preocupo de ver para abajo para no perderla. Es con esa huella, la de nuestros compañeros que son los que nos dirigen, indígenas mayas todos ellos —y lo digo aquí en tierras mayas—, como llegamos aquí, y como vamos a recorrer todo el país.
Esto es lo que les quería contar, porque parte de este homenaje que le hicieron a Ramona lo voy a entregar a su familia cuando regrese. Y la otra parte la voy a poner al pie de la ceiba, tenemos un campamento donde la vamos a recordar.
  Playa del Carmen, Quintana Roo (16 /ene/06)


viernes, 4 de marzo de 2016

BIENAL DE ORALIDAD ESCÉNICA BARRIOCUENTO. LA HABANA. CUBA

AFROMÉXICO, LA TERCERA RAÍZ.



IMAGINA, Compañía de Historias y Cuentos.

participaremos en la 

Bienal de Oralidad Escénica

BARRIOCUENTO 2016.



a celebrarse en la ciudad de La Habana, Cuba.
del 8 al 12 de marzo del 2016.

Con nuestros conciertos

AFROMÉXICO, LA TERCERA RAÍZ

y

AFROCUBANOS Y AFROMEXICANOS.
















miércoles, 13 de enero de 2016

Cuentos e Historias para la Ternura. La historia de este día jueves 14 de enero del 2016. DE LOS ESTRATOS. Clandestino Rueda.

ESTIMADAS AMIGAS Y AMIGOS

Les comparto esta historia escrita por un amigo cuentero colombiano de nombre "Julio Cesar Ceballos, más conocido como Clandestino Rueda, Cuentero, poeta, clown y actor,  


con más de 19 años en este mundo de la palabra, sus 

cuentos la mayoría de su autoría pasan desde lo absurdo y 


lo cotidiano, melancólico y nostálgico, cuenta y  escribe a su 


ciudad que puede  ser cualquiera, ya que ha vivido en 


muchas partes de este país.



Escuchar a clandestino es un viaje por la poesía, de lo 


urbano, del semáforo que llora, de los edificios que lo ven 


tan pequeñito que prefieren ignorarlo,  de sus pasos por 


puentes peatonales, de sus palabras desde el asiento de un 


bus, de un perro que lo persigue a mitad de la noche.

Y como dice en uno de sus poemas: “Puedo ser muy mala 

compañía o el amante perfecto 

de soledades ajenas, lléveme que hoy estoy en promoción a 

precio de nada y le encimo el silencio de mi puerta 


cerrada…”

Espero q les guste. Un abrazo y que el frío de estos días nos caliente el alma para encontrar a nuestros 43 hermanos.







DE LOS ESTRATOS.


Varios muertos Colombianos reunidos en el 


más allá conversaban:


- Si ves a ese que viene caminando? –



- ese si es un muerto famoso,

No como vos que se te dio por morirte 


haciendo fila en un hospital


O como el pobretón ese que se murió de 


hambre, o como eso niños que los mato una 


bala perdida.


“NO señor ese si es un verdadero muerto”
Salió en todas partes cuando murió y le 

dieron primera plana en todos los medios,

No ve es que a ese lo mato la guerrilla. - ese 


muerto si importa.
 
Nosotros NO.  

Nosotros somos unos muertos más sin 


importancia en este país.

domingo, 10 de enero de 2016

CUENTOS E HISTORIAS PARA LA TERNURA. El cuento de este día lunes 11 de enero del 2016 LOS DOCE MESES. Pep Bruno.



Amigas y amigos, hoy reiniciamos los cuentos para la ternura despues de unos días de vacaciones. Les presentamos esta versión de LOS DOCE MESES reescrita por el cuentero y escritor español Pep Bruno. Esperamos les guste. Un abrazo y que en el 2016 sea tiempo de ternura infinita, pensamiento crítico, diálogos de corazón y construcción de un mundo en donde quepan todos los mundos, todos los colores y todas las ternuras.


LOS DOCE MESES

Cuento popular de Los doce meses, versionado/reescrito por Pep Bruno





Había una vez un labrador muy pobre que una noche de tormenta se perdió en lo más profundo del bosque al que había ido a por algo de leña. Andando, andando llegó al pie de un monte donde había una casa que tenía las luces encendidas. 

El labrador llamó a la puerta para pedir cobijo Un hombre abrió la puerta y le invitó a pasar para que se calentara al amor de la lumbre. Cuando entró, el labrador vio que dentro de la casa había doce hombres sentados alrededor de una mesa. 

El mismo que había abierto la puerta le indicó un escaño vacío que había junto al fuego. Cuando el labrador se hubo sentado y estaba empezando a recuperarse del frío uno de los doce hombres le preguntó:

 -¿Qué le parece a usted enero? 
-Me gusta enero, como tiene pocas horas de luz me permite pasar más tiempo junto a los míos. Además enero sabe a naranjas dulces y tiene el aire más limpio. 

Y le preguntó luego otro: -Y, febrero ¿qué tal? 
-Febrerillo el corto le dicen. Es un buen mes porque es cuando se siembran las patatas y se podan las parras y los olivos. Si se hacen bien las tareas en este mes habrá comida para todo el año 

-Y ¿marzo? –le dijo otro. -En marzo abre la boca el lagarto, dice el refrán. Hace unos días aire: pero hace bueno. Pareciera como si el viento limpiara el campo. 

-Y ¿abril? –preguntó otro. -Pues bocadillos y a dormir. Cuando era niño en abril íbamos todos los muchachos al campo a espantar a los pájaros para que no se comieran las semillas. Me encataba abril. 

-Y ¿mayo? –dijo el siguiente. 
-En mayo florecen todas las flores, cantan todos los pájaros, ¡qué alegría! En mayo está gordo el caballo y el campo todo es color. 

-Y ¿junio? –preguntó otro. -En junio hace ya calor y es hora de empezar a recoger el fruto de tanto trabajo: garbanzos, patatas, brevas... hasta las frescas sandías. Me encanta junio. 

-Y ¿julio? –preguntó el siguiente. 
-Empieza la siega, este mes es la alegría de los labradores. Además, si el campo de la siega está lejos hay noches que las pasamos bajo las estrellas, contando cuentos y cantando viejas canciones. Es un mes estupendo. 

-Y ¿agosto? –dijo otro. -En agosto sigue haciendo buen tiempo y mejor trabajo. Nos vamos a las eras a trillar. Muchas veces los hijos vienen para montarse en la trilla y pasamos momentos muy alegres. 

-Y ¿septiembre? –preguntó otro. -En septiembre es el momento de coger la uva y pisarla para hacer el vino. Este mes uno trabaja cantando. 

-Y ¿octubre? –dijo el siguiente. -En octubre se coge la aceituna. Siempre he disfrutado de octubre, todavía hace buen tiempo y el trabajo da el suficiente dinero para ayudar a pasar el invierno. 

-Y ¿noviembre? –dijo otro. -En noviembre suele llover, pero es benigno. Además es cuando se prueba el vino para ver si ya está listo. Probando vino de bodega en bodega uno siempre encuentra razones para estar alegre.

 -Y ¿en diciembre? –preguntó el último. -En diciembre hay días de mucho frío, pero eso es bueno, así se puede matar al cerdo y curar la carne para llenar la despensa y pasar con tranquilidad el invierno. 

Los doce hombres se quedaron en silencio escuchando como la lluvia golpeteaba contra el tejado de la casa. El labrador seguía sentado junto al fuego. Cuando la lluvia amainó el hombre se despide, da las gracias y se dispone a salir. 

En ese momento uno de los doce hombres le da un mantel y le dice: -Ha sido una conversación muy agradable, queremos darle un pequeño regalo. Acepte este mantel que es mágico. Cuando llegue a su casa cierre la puerta, póngalo sobre mesa y diga: “¡Mantel, compón el primer plato!”, después diga: “¡Mantel, compón el segundo plato!” y, finalmente diga: “¡Mantel, compón el postre!”. Y será bien servido, seguro. 

-Muchas gracias –dice el labrador- son ustedes muy amables. El hombre se despide, sale de la casa y, andando, andando, llega hasta su cabaña. 

Cuando entra llama a su mujer y sus hijos y les dice que cierren la puerta y que pongan una mesa en medio del cuarto. Traen la mesa y, poniendo el mantel sobre ella, dice: -¡Mantel, compón el primer plato! Y la mesa se llenó de lujosos platos de ricos manjares. 

Toda la familia comió hasta saciarse. Después, recogieron lo que había sobrado y dejaron el mantel limpio; entonces el hombre dijo: -¡Mantel, compón el segundo plato! Y la mesa se llenó de ropas exquisitas elaboradas con finas telas traídas de todos los lugares del mundo. La familia, alborozada, cambió rápidamente sus viejas ropas por los lujosos trajes. 

Después, el hombre dijo: -¡Mantel, compón el postre! Y la mesa se llenó de bolsas repletas de monedas de oro y plata. En poco tiempo aquella familia se hizo muy rica. Las gentes del pueblo murmuraban y se preguntaban de dónde habrían ganado todo lo que tenían. 

Un vecino de ellos, muy envidioso por la buena fortuna del labrador, le pedía a todas horas que le explicara qué era lo que había hecho, de dónde había sacado tanto dinero, cómo había sido... 

El labrador no que quería decírselo pero al final, tanto insistió el vecino, que le habló de la noche de tormenta, de la casa perdida en el bosque, de los doce hombres sentados junto al fuego, el mantel mágico... Así pues, una noche de tormenta el vecino cogió su hacha y se fue a buscar leña a lo más profundo del bosque. 

Andando, andando llegó al pie de un monte donde estaba la casa que tenía las luces encendidas. El vecino llamó a la puerta para pedir cobijo. Un hombre abrió y le invitó a pasar para que se calentara al amor de la lumbre. 

Cuando entró, el vecino vio que dentro de la casa estaban los doce hombres sentados alrededor de la mesa. El mismo que había abierto la puerta le indicó un escaño vacío que había junto al fuego. 

Cuando el vecino se hubo sentado y estaba empezando a recuperarse del frío uno de los doce hombres le preguntó:

 -¿Qué le parece a usted enero? -¿Enero? Es un mes terrible, hace tanto frío que se te quedan los dedos congelados cuando estás echando el abono en los olivos. 

Y entonces otro le preguntó. -Y ¿febrero? -Si malo es enero peor es febrero. Con tanto frío como hace la tierra se pone tan dura que cuando labras el campo parece que tuvieras que quebrar piedras en vez de tierra. 

-Y ¿marzo? -dijo otro -En marzo no se puede sufrir tanto viento como hace, un viento frío de esos que se te mete en los huesos. 

-Y ¿abril? –preguntó el siguiente. -En abril... en abril no deja de llover y no hay quien trabaje con tanto lodo y agua como hay en el campo. 

-Y ¿mayo? –dijo otro -Mayo... no niego que en este mes hace algo de tiempo bueno, pero hay tanto trabajo en el campo que no puedo pararme a disfrutarlo. 

-Y ¿junio? –preguntó otro. -Pues en junio hay días que hace tanto calor que no se puede estar en ningún sitio. No hay quien trabaje ni a sol ni a sombra. Mal mes, si señor. 

-Y ¿julio? -dijo el siguiente.  -¡Vaya, julio! Es el mes de las tormentas, uno pasa el año trabajando para que luego julio descargue dos o tres tormentas de granizo y se fastidie todo. 

-Y ¿agosto? –preguntó otro. -Agosto, frío en el rostro, dice el refrán. Además hay tanto trabajo en el campo que incluso hay noches en las que no puedo ir a casa a descansar.

 -Y ¿septiembre? –dijo el siguiente. -En septiembre empieza a hacer frío de verdad, y es muy pesado recoger la uva de las parras con tantas avispas como quedan rezagadas entre sus hojas.

 -¿Y octubre? –preguntó otro -Pues en octubre vas a coger aceituna. Hay días que hay que poner lumbre entre los olivos porque no se puede aguantar el frío que hace. 

-¿Y noviembre? –dijo el siguiente -En noviembre está todo el día lloviendo y es una lata tener que andar arando y sembrando. 

-Y ¿diciembre? –pregunta el último -¿Diciembre? –dice el vecino- en diciembre no deja de nevar y helar. En fin, hace tanto frío que todo parece gris y feo. 

Los doce hombres se quedaron en silencio escuchando como la lluvia golpeteaba contra el tejado de la casa. El vecino seguía sentado junto al fuego. Cuando la lluvia amainó el hombre siguió esperando, no tenía intención de irse sin su mantel. 

En ese momento uno de los doce hombres le da un mantel y le dice: -Ha sido una conversación muy agradable, queremos darle un pequeño regalo. Acepte este mantel que es mágico. Cuando llegue a su casa cierre la puerta, póngalo sobre mesa y diga: “¡Mantel, compón el primer plato!”, después diga: “¡Mantel, compón el segundo plato!” y, finalmente diga: “¡Mantel, compón el postre!”. Y será servido como se merece. 

-Muchas gracias –contestó el vecino- son ustedes muy amables. El hombre se despide corriendo y sale de la casa. Corriendo, corriendo, llega hasta su cabaña. Cuando entra llama a su mujer y sus hijos y les dice que cierren la puerta y que pongan una mesa en medio del cuarto. 

Traen la mesa y, extendiendo el mantel sobre ella, el hombre dice: -¡Mantel, compón el primer plato! Y la mesa se llenó de platos viejos y descascarillados con restos de comidas medio estropeadas. 

La familia, desconcertada, tiró las sobras y los platos a la basura; entonces el hombre dijo: -¡Mantel, compón el segundo plato! Y la mesa se llenó de harapos y ropas raídas que con sólo tocarlas se deshacían. 

La familia volvió a tirar todo a la basura; después, el hombre dijo: -¡Mantel, compón el postre! Y la mesa se llenó de lodo y piedras. 

Entonces el hombre cogió el mantel, lo anudó por sus cuatro esquinas y, con lodo y piedras dentro, lo tiró bien lejos en el basurero. 

Después volvió a casa y preparó las bestias para salir a trabajar al campo.