Hoy 20 de
noviembre es el aniversario del nacimiento de José Revueltas, uno delos más
grandes mexicanos. Hay que leerlo y quererlo, esa es mi opinión. Por esto les
envío la nota que él puso en su Diario en Cuba el 30 de junio de 1961 cuando
viajó allá. Espero les guste. Un abrazo.
Y estoy seguro que José, con Silvestre y Fermín, estará hoy acompañando a los
padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
30 de junio.
Hago mi
primera “posta” de miliciano. Mi superior inmediato –el segundo jefe del
pelotón al que pertenezco (el 5°)- , Manolo Pérez, es un muchacho delgado, de
anteojos y de aspecto marcadamente intelectual. Estamos a la orilla dl bosque
de la Habana, donde se encuentra el edificio de Telecolor. Tengo entre las
manos un Springfield –no fue necesario enseñarme a manejarlo, es el mismo tipo
de fusil con el que hacia yo “practica” cuando estuve en la Correccional, de
eso hace ya treinta y un años. Manolo me
muestra mi ára de vigilancia. Señala primero a carretera, a nuestra espalda,
que se pierde entre las tenebrosidades del bosque.
-Por este
lado no hay ningún peligro… a unos quinientos metros está una posta de la
marina…
Luego señala
hacia el frente, una carretera que se bifurca, por la izquierda hacia una
altozano, por la derecha, junto al río.
En el medio tres ceibas anchas, terriblemente frondosas, negras.
Manolo me da
las instrucciones y luego se marcha. Yo había creído que haríamos la posta
juntos (en las películas siempre se ven dos centinelas). Pero no. Esta noche ha
estallado una bomba que los contrarrevolucionarios pusieron en las proximidades
de las calles 21 y L. Hacía tiempo que estaban inactivos, pero parece que
vuelven a agitarse.
Tengo mi
Springfield en las manos, acaricio su culata y la miro de pronto con ternura
inmensa. Alguien ha grabado ahí con una navaja estas palabras: “viva Fidel”.
Foto de Cuauhtémoc Rivera Arroyo.
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