Amigas y
amigos. He leído que hoy es el día mundial de la lucha contra el cáncer. Creo que debería ser diario. Y contra todo tipo de cáncer. Clínico, social, político,
cultural, en fin. Y entonces pensé en que, tal vez, la mejor medicina en contra
todo tipo de cáncer sea el amor. Dijo una vez un gran hombre argentino - cubano
que las revoluciones eran producto del amor. Entonces me acordé de este cuento
de otro argentino, y se los envío. Espero les guste… y hay que amar como
dragones ¿no?
Amor
de Dragón
Gustavo Roldán
http://www.imaginaria.com.ar/02/3/roldan4.htm
Cuando los
dragones se aman se desatan los maremotos, los volcanes lanzan un fuego
endemoniado y los huracanes largan una furia que hace pensar que ha llegado el
fin del mundo. Por eso a veces, para amarse sin molestar a nadie, vuelan hasta
el cielo más alto, donde las estrellas casi están al alcance de la mano.
Y los
dragones creen que el mundo queda en calma. pero se equivocan. Entonces caen
rayos y centellas, el cielo parece desplomarse con truenos aterradores, las
estrellas fugaces y los cometas de largas colas luminosas corren de un lado
para el otro sembrando el pavor, y los tornados enfurecidos se tragan medio
mundo.
O la luna o
el sol parecen borrarse lentamente en el cielo y todos dicen que hay un
eclipse, dando minuciosas explicaciones de cómo la tierra se coloca entre el
sol y la luna o la luna delante del sol y etcétera etcétera.
Vanas
explicaciones. Las dicen los que nunca miran bien. Si mirasen bien verían
claramente la figura de dos dragones que se aman y que van tapando la luz de
los astros según se acerquen o se alejen.
Cada vez que
alguien piense que está llegando el fin del mundo sólo tiene que abrir los ojos
de mirar bien. Los ojos grandes de mirar lejos. Y no creer en tonteras. Pero
eso no es nada fácil.
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