martes, 23 de diciembre de 2014

Cuentos e historias para la ternura. La historia de este dìa mièrcoles 24 de diciembre 2014. JERUSALÈN AÑO CERO. Silvio Rodrìguez.

Amigas y amigos. Este 24 de diciembre  les envío esta historia escrita por Silvio Rodrìguez acerca de la vida del hombre del cual hoy se celebra su nacimiento en muchas partes del mundo. Espero que les guste.

Este es el último envío de este año 2014. Ha sido un trabajo muy agradable buscar las historias y cuentos y recibir las opiniones de ustedes. A todas y todos les mando un abrazo  por las fiestas navideñas, y los mejores deseos para que el año 2015 sea tiempo del ejercicio de nuestros derechos a la felicidad, al trabajo, al amor, a la justicia, a la ternura, a la libertad y a la vida. Y CON LA CONVICCIÓN DE QUE EN EL 2015 NUESTROS 43 HERMANOS NORMALISTAS DE AYOTZINAPA VOLVERÁN  A SUS HOGARES, PORQUE ELLOS ESTÁN VIVOS Y LOGRAREMOS SU LIBERTAD. Un abrazo y regresamos el 8 de enero del 2015 con nuevas historias y cuentos para la ternura.








JERUSALÈN AÑO CERO



De mano en mano 
se pasa la verdad 
en cada mano olvidara 
algo desierto y también se llevara 
de cada mano el parecer 
si camináramos calendario atrás 
todo estaría al revés.

 
Algunos dicen que es falso 
y otros repiten que es cierto 
que entró en Jerusalèn siendo de día 
se dice que su túnica era blanca 
que iba posada en sus ojos un ave del medio día 
aquel fue tiempo de tumbas 
aquel fue tiempo de flautas , 
de mercaderes , de lebion romanas 
se dice que la chusma lo seguía 
su palabra sencilla se la daba la mañana 

El Rey de los judíos 
el hijo de los hombres 
el cristo , el nazareno 
lo llamaban El Rey de los judios 

Jerusalèn año cero y se cambió la suerte 
con lo que pasó. 
Jerusalèn año cero y Nazaret 
y el caserío de Belén.
Jerusalén año cero fue el lugar 
donde ocurrió o donde no. 


Fue enemigo del imperio 
y amigo de la palabra 
decía que todo era para todos. 
Se dice que enseñaba a los pastores 
a compartir las ovejas 
y a cuidarse de los lobos. 
Tanta enseñanza hizo ruido 
en el poder de los templos 
y en la madera lo clavaron recio 
se dijo que por mago o hechicero 
pero si la historia es cierta fue por que hiciera silencio 

lunes, 22 de diciembre de 2014

Cuentos e historias para la ternura. La historia de este dìa martes 23 de diciembre del 2014.Marcos sin pasamontañas . Vicente Leñero.

Amigas y amigos; Hace unas semanas se adelanto en el camino don Vicente. Por las desorganizaciones de mi vida no fui cuidadoso de poner en estos cuentos e historias para la ternura algún cuento de él. Hoy les envío uno que tomo prestado del face de MOGA. Es una historia interesante y bonita. Espero les guste tanto como a mi.



Marcos sin pasamontañas

Vicente Leñero






Siempre que entro en el Palacio de Minería el corazón —es un decir— se me desboca en recuerdos. Ahí estudiamos ingeniería (civil, mecanicoelectricista, topográfica, petrolera) los grupos de la generación 1951.

No era entonces un palacio remozado y flamante como se le ve ahora para hacer honor a su constructor Manuel Tolsá, sino un edificio sí, majestuoso, aunque sumamente descuidado: con losetas quebradas en los patios, muros descarapelados, puertas chuecas y apolilladas. En su área izquierda albergaba oficinas invasoras de la Secretaría de Agricultura, y en la derecha tenía un patio sórdido y una alberca casi vacía, sucia, donde sufrimos las novatadas junto a salones húmedos con bancas torcidas.

Convertido hoy en la obra de arte que fue, alberga año con año la Feria Internacional del Libro dirigida con entusiasmo por un exfuncionario del cine: Fernando Macotela. En la que efectuó en febrero de 2013 fui invitado por la editorial Alfaguara a presentar un reciente libro de cuentos de mi autoría.

La conversación entre el lúcido y generoso Juan Villoro y este fracasado ingeniero convertido hoy en escritor se desarrolló durante cincuenta minutos rapiditos en aquel salón de actos donde hace añales presentábamos exámenes finales y al que llamábamos “la maternidad” por eso: porque íbamos “a parir”.

Sucedió entonces, ahora, que al interrumpir la charla con Villoro sencillamente porque “se acabó el tiempo”, se formó como siempre una bolita de público conocido o desconocido para saludar y preguntar algo a Juan, para solicitar una firma con pluma bic sobre el libro abierto en las primeras páginas, o para lo que se ha vuelto costumbre en los buscautógrafos: posar con el interpelado frente a la camarita de un celular.

En ese instante, en poquísimos segundos y con la mesa ceremonial de por medio —carpeta verde y micrófonos— se me acercó un chamaco chaparrito, moreno, hierático, que se había abierto paso a empujones hasta mí. Me tendió entonces lo que yo supuse una simple tarjeta blanca.

Me dijo:
—Esto se lo manda un amigo suyo.

Me distraje un poco y di la vuelta a la tarjeta blanca para saber si tenía alguna inscripción. Pero no era una tarjeta: era una fotografía a colores tamaño postal en la que se veía al célebre subcomandante Marcos. La clásica foto con pasamontañas y gorrita de dril: precisamente la que ilustra este texto.
—Estuvo aquí pero ya se fue —dijo el enviado chaparrito y se escurrió entre los agolpados.

¡Qué cosa!: estuvo aquí pero ya se fue.

Después de un rato de desconcierto, de buscar entre la gente un rostro “localizable” girando la cabeza como pollo desorientado, me puse a pensar en la libertad que disfruta el controvertido Marcos, el inútilmente delatado Rafael Guillén Vicente, al que entrevisté para Proceso en un amanecer de febrero de 1994.

A diferencia de los famosos que necesitan calzarse unos anteojos oscuros o una peluca o un disfraz para escapar de los acosadores y de los paparazzi mexicas, él lograba esconderse al revés: quitándose simplemente el pasamontañas y la gorrita. Podía salir entonces de Chiapas y transitar en cualquier ciudad o pueblo sin que nadie lo reconociera.


Por ahí andaba esa noche en el Palacio de Minería mironeando libros en los módulos de las editoriales, asomándose a las aburridas presentaciones, galaneando quizás


domingo, 21 de diciembre de 2014

Cuentos e historias para la ternura. La historia de este día lunes 22 de diciembre del 2014 El niño sin lengua. Juan Goytisolo.

Amigas y amigos. Hace 17 años, el 22 de diciembre de 1997, allá en la comunidad de Acteal, en el municipio de Chenalhó, ubicado en la región de Los Altos de Chiapas al sureste de México, un grupo de paramilitares entrenados, financiados y protegidos por el Ejercito Mexicano, atacaron a niños, niñas, mujeres, hombres, ancianos y ancianas y asesinaron a 45 de ellos y ellas. Algunas mujeres estaban embarazadas. Hoy, quienes planearon esa masacre están en libertad; Ernesto Zedillo es consejero de empresas trasnacionales, Emilio Chuayffet es secretario de Educación Pública, y Eraclio Zepeda, uno de los principales asesinos, acaba de ser premiado con la medalla Belisario Domínguez por el Senado de la República Mexicana. Así es la justicia en nuestro país. Va esta historia escrita por Juan Goytisolo y publicada en el, libro Las Voces del Espejo. Espero que les guste y que un día se haga justicia.




El niño sin lengua.        
      
                                                                                                        Juan Goytisolo.

Cuando se dieron los hechos – así los denominaron las autoridades locales a fin de no herir, con exquisito pudor, la sensibilidad de la opinión pública ni de azuzar la consabida inquina y mala fe de los informadores -, el niño había sido apriscado con algunos familiares y vecinos  en un claro del bosque. Las fuerzas paramilitares, tras el saqueo e incendio de las viviendas, aguardaron la ceja del alba y los rubores del sol en la cresta de las colinas para proceder a la operación de limpieza. Dispararon con sus fusiles hasta que los aldeanos cayeron en medio de los gritos y el seco zumbido de los disparos.

El niño permaneció oculto  bajo el cadáver de un hombre y aguardo allí sin mover un musculo. Los milicianos remataban a  los heridos y, poco a poco, los gemidos cesaron. Se hizo el muerto, y en realidad, había muerto. Cuando lo rescataron contemplaba a sus salvadores  con los ojos vacíos, vueltos hacia algún punto fijo en el interior de sí mismo. ¿Había sobrevivido al exterminio? Su rostro no expresaba emoción alguna. Se había tragado la lengua. ¿Qué dijo Lázaro a su retorno del reino de las sombras?


Aquello había ocurrido en Bosnia, en Argelia, en Chechenia, en Perú y en Colombia, en varios países de África y Centroamérica, ahora en Chiapas. Quedó el niño sin voz. Era el testigo mudo de todas y cada una de esas matanzas. Fue fotografiado y su rostro apareció en las cinco partes del mundo. Su retrato enmarcado colgaba en numerosos despachos y lugares privados. Millones de personas se familiarizaron con su rostro, pero nadie alcanzó a identificarlo. Lo llamaron, es, el niño sin lengua, traspuesto al limbo desde la barbarie.

martes, 16 de diciembre de 2014

CUENTOS E HISTORIAS PARA LA TERNURA. La historia de este dìa 17 de diciembre 2014. LA LLAMITA. E.Galeano


Amigas y amigos, este día les envío una historia retomada por Eduardo Galeano sucedida hace cuatro años. Una historia conmovedora, para contarse, recordarse y llevarse siempre en el corazón.

Diciembre

17

LA LLAMITA




* Eduardo Galeano 

EEEn esta mañana del año 2010, Mohamed Bouazizi venía arrastrando, como todos los días, su carrito de frutas y verduras en algún lugar de Túnez.
Como todos los días, llegaron los policías, a cobrar el peaje por ellos inventando.
Pero esta mañana, Mohamed no pagó.
Los policías lo golpearon, le volcaron el carrito y pisotearon las frutas y verduras desparramadas en el suelo.
Entonces Mohamed se regó con gasolina, de la cabeza a  los pies, y se prendió fuego.
Y esa fogata chiquita, no más alta que cualquier vendedor callejero, alcanzó en pocos días el tamaño de todo el mundo árabe, incendiado por la gente harta de ser nadie.
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.